¿Una copa de vino caballero?

 Hoy hablaremos sobre la gran repercusión que trae entre manos el vino en la cultura española

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Hoy por hoy, en España está consolidada una amplia cultura vinícola que está presente en casi cualquier aspecto de la vida cotidiana del ciudadano de a pie.

Existe muchos métodos para clasificar a un buen vino, aunque el más destacado es la denominación de Origen, y en eso España tiene un destacable éxito debido a los vinos españoles son reconocidos en todo el mundo.

En España la producción de vinos es motor de desarrollo en muchos pueblos y ciudades pequeñas de nuestra geografía, vertebra el territorio y ofrece empleo de calidad; es símbolo de tradición pero también es puntero en innovación e investigación; es el reflejo del buen de hacer de miles de empresas y viticultores en todo el país. España cuenta con el viñedo más grande del mundo, se plantan aproximadamente 1.170.000 hectáreas de viñedo. Entre ellos, Castilla-La Mancha cuenta con 600.000 hectáreas de viñedo, que representan más del 50% de los viñedos españoles, el 17% de los viñedos europeos y el 7,7% de los viñedos mundiales. 

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Desde La Mancha se exporta mosto y vino a granel a todo el mundo y es la región mayor productora de alcohol etílico, que supone el 20% de la producción y aporta el 80% del mercado mundial de mostos y alcohol vínico, con una facturación de varios cientos de millones de euros.

Para hacerse una idea general de la importancia del sector vitivinícola español para la economía del país en la actualidad: 

• España es el 3^er  productor mundial de vinos y mostos, con una media de 40-42 millones de hectolitros al año (por valor de cerca de 2.700 millones sólo en 2019)
• La facturación de las bodegas españolas ronda los 6.500 millones de euros al año
• Supone alrededor del 2,4% del total de empleo en España (unos 427.700 empleos)
• Ha invertido entre 170-180 millones de euros al año en proyectos de I+D+i en los últimos 5 años
• Es una parte importante del turismo español, atrayendo casi 3 millones de personas anualmente con las visitas a bodegas y museos de las Rutas del Vino en España y generando alrededor de 80 millones de euros al año

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Durante el pasado año 2020, el confinamiento domiciliar causado por la pandemia de  COVID-19 hizo que el consumo de vino aumentara un 64,5% durante los meses de abril hasta junio, donde se empezó a notar una caída considerable de las ventas, principalmente como consecuencia del severo impacto de dicha pandemia en la hostelería, que hizo que acabara el año con una caída de las ventas de casi un 40%. 

A pesar de ello, el nuevo año ha comenzado especialmente bien para el sector del vino en España. Recientemente, la borrasca "Filomena" pasó por España, produciendo grandes nevadas en zonas interiores como Madrid, Aragón o Castilla-La Mancha. Aunque fue desastrosa, cortando el suministro de electricidad de algunas poblaciones e incluso dejando varias muertes, ha resultado ser positiva para los viñedos. Según los enólogos, las precipitaciones facilitan la irrigación del suelo y contribuyen a la salud de la viña. Además, la nevada aumenta la reserva hídrica de la viña, aporta nutrientes, ayuda al reposo de la planta al evitar una brotación temprana, tiene efecto cicatrizante en ella y la ayuda a evitar plagas e insectos. 

En definitiva, este año el sector vitivinícola tendrá un papel importante en la recuperación económica respecto a la crisis del coronavirus.